Redueña ha sido objeto de estudio por parte del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y el Real Jardín Botánico (RJB), cuyos investigadores han desarrollado una estrategia para frenar el ‘biodeterioro’ (los daños causados por agentes biológicos) de los monumentos y edificios pertenecientes al patrimonio cultural. En este sentido, la cantera de dolomías del pueblo fue elegida para llevar a cabo las pruebas de testado, según una nota de prensa publicada por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y que replicó el diario La Vanguardia. Puede leer la noticia aquí.
En palabras de la investigadora del MNCN Carmen Ascaso, «los tratamientos consistieron en la limpieza de las rocas con un desinfectante para eliminar la colonización del exterior, lo que facilita el acceso del biocida a su interior». La respuesta obtenida depende del tipo de microorganismo y de su posición en la roca, pero el centro explica que ya se podría hablar de un nuevo patrón para frenar este deterioro gracias a las pruebas que se han realizado.
La cantera de Redueña es referente en la Comunidad de Madrid por haber provisto la piedra con la que se construyeron las fuentes de Cibeles y Neptuno (famosas en la capital de España).
Además, Redueña ha aparecido en un artículo publicado por El Español como uno de los pueblos con el nombre más curiosos de la comunidad, junto a otros de la zona de Madrid como Valdemanco, El Molar o Villaviciosa de Odón. Puede acceder a la información del periódico en este enlace.