Con motivo del Día de las Abejas, que se celebra el día 20 de mayo, los vecinos de Redueña tuvieron un taller sobre esta temática impartido por dos apicultores locales: Rubén Saez y Rubén Gómez.
Durante el taller se puso en valor el importante papel que juegan los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.
La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 % de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. Asimismo, el 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 % de las tierras agrícolas mundiales. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.
Durante esta jornada, los asistentes conocieron datos curiosos sobre el apasionante mundo de las abejas, como los tipos de colmena (rústica, racional, de panel fijo o de panel móvil), la construcción de las mismas, la capacidad que pueden llegar a albergar y los tipos de abejas que existen.
También sobre el papel que juegan las abejas obreras (todas hembras), cuya función es la de recolectar y transportar polen y néctar para producir miel, elaborar papilla para las abejas reina, la limpieza de la colmena y la fabricación de panel de cera. El ciclo de vida de una abeja obrera en verano puede ser de 5 a 6 semanas, mientras que en invierno es de 4 a 6 meses.
Por otro lado están las abejas zánganos (machos). Al contrario que las abejas obreras, su función es la de fecundar a las abejas reina. Suelen aparecer en primavera y su ciclo de vida es de 4 a 8 semanas. Únicamente salen de la colmena para aparearse y después mueren. En una colmena hay numerosos zánganos que perduran en ella durante la primavera y el verano, siendo expulsados en invierno. Los zánganos que pueden copular con la reina son un mínimo de diez.
La abejas reina es la única abeja fértil que pone huevos, dando lugar a las abejas infértiles y las abejas macho. Su ciclo de vida es de uno a dos años pudiendo llegar a vivir hasta cinco.
La mayor amenaza de las abejas es un ácaro estrechamente relacionado con arañas y garrapatas denominado Varroa. Este ácaro produce una enfermedad llamada varroasis, que afecta principalmente a las abejas obreras. Dicha enfermedad las debilita y las hace más vulnerables.
Los asistentes también pudieron conocer y tocar los diferentes instrumentos que se utilizan para el trato y manejo de las abejas: el traje de apicultor, guantes, el cepillo desabejador, ahumador de abejas, utensilio para la cría de reinas, levanta-cuadros, espátula apicultura, trampa caza polen o el caza enjambres.
Para terminar, se vieron los distintos tipos de miel, cuyo sabor, olor y textura dependen del néctar de las flores que se hayan recolectado, pudiendo encontrarse multiflores cuando la abeja ha tomado el néctar de todas las flores de alrededor. Y, por otro lado, las monoflorales contienen un alto nivel de néctar en una única flor.
Los participantes de la actividad salieron encantados y contagiados de la gran pasión por la apicultura que trasmitieron los dos Rubenes.